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divendres, 2 de març del 2012

HAY MOTIVOS. RAZONES PARA SEGUIR LUCHANDO


            Vivimos en un mundo donde existe una dictadura de unos pocos grupos financieros, como tienen claro los que más la padecen, los griegos, que dejan patente su opinión y sus alternativas en este enlace:
            En la Comunidad Valenciana hay crisis, como en todas partes, pero aquí tiene matices particulares porque partimos de una situación en la que nos creíamos lo máximo del mundo mundial. http://www.youtube.com/watch?v=eH3Cq7lBpg0. Por eso, a la hora de recortar, nuestros gobernantes  han demostrado que son los mejores, y  a la hora de sofocar las protestas, también 
            Es el momento de hacer una pausa, reflexionar sobre lo ocurrido y traducir la indignación en propuestas. A la enseñanza pública se le está aplicando el método de la rana. Si a una rana se le tira a un recipiente de agua hirviendo saltará, pero si se le tira a uno de agua fría y se va calentando poco a poco se cocerá sin enterarse. Por eso es falso lo que dicen nuestros gobernantes de que los únicos recortes han sido los de algunos complementos de profesores.
En los últimos años nos hemos tragado 4 leyes educativas, hemos escolarizado al alumnado extranjero (84 % el curso 2010) y al que presentaba necesidades educativas especiales; y muy orgullosos de hacerlo. No nos ha dado miedo el esfuerzo suplementario que suponía, no hemos protestado y, además, nuestros resultados no tienen nada que envidiar a los de la concertada. Hemos padecido la disminución del 5%  común a todos los funcionarios, congelación del sueldo varias veces, y no hemos dicho nada, por el bien del país.
 Sin embargo, en agradecimiento, la administración nos ha obsequiado con:

  1. Disminución de programas de atención a la diversidad.
  2. Reducción de los grupos de soporte educativo y desdobles, que han afectado de forma especial a la   formación profesional.
  3. Numerosos institutos y colegios en barracones, lo cual no impide anunciar a bombo y platillo antes de las elecciones la edificación de nuevos centros, siempre los mismos. CIEGSA, la empresa que los construye debe más de 2.250 millones de euros.
  4. Cesión de suelo público para colegios concertados, convirtiendo la educación en un negocio al servicio de una ideología y, por supuesto, de una religión.
  5. Retrasos en el pago a los centros que nos ha llevado a no poder hacer frente  ni al recibo de la luz.
  6. Impago de las becas.
  7. Impago de los proyectos en los que se implican los IES, con mucho trabajo extra para el profesorado, y que utilizamos en beneficio del alumnado y del centro.
  8. Retrasos en las sustituciones del profesorado.
  9. Disminución de grupos en los IES y aumento de la ratio.
  10. Falta de grupos de FP. para la demanda existente.

Y lo que es peor, esto no ha hecho más que empezar. Se anuncian nuevas medidas, como  recortes salariales, aumento de las horas impartidas por el profesorado, lo que supondrá más alumnado a su cargo y menos posibilidades de atenderlos de forma individualizada, disminución de la asignación a los centros, otra disminución de los grupos y un etc. que no nos podemos ni imaginar. Todo ello sin olvidar que las familias de nuestro alumnado son las que sufren las consecuencias de la Reforma Laboral y del paro, y eso  también incide de forma negativa en la enseñanza, ya que muchos, demasiados, no tienen ni para el mínimo material escolar.
Mientras tanto, antes y ahora, nuestros dirigentes, hablan de “calidad”, de que no hay recortes, de proyectos rimbombantes sin financiación y confiando en el voluntarismo del profesorado. Continúan con su vieja política de que si la realidad no me favorece, me la invento, hago política virtual, y si los incautos pican, que de eso se trata, pues mejor. Emplean argumentos que avergonzarían a los niños de 12 años: el tú más, yo no he sido ha sido ese, etc. Digan la verdad: en el mundo mandan cuatro bancos, cinco fondos de inversión y nuestros dirigentes son sus lacayos fieles.
Es tiempo para la rebelión dentro de las normas democráticas, que es  lo poco que queda de democracia en esta dictadura de los mercados, para protestar, lo más unidos posible el mayor tiempo posible, cuanta más gente mejor. Debemos recordar viejas normas básicas del sindicalismo: apoyarnos unos a otros en nuestra reivindicaciones, todos estamos en el mismo barco, y los mercados desatan tormentas todos los días. Y mientras peleamos por lo inmediato, movilizaciones, huelgas, hay que desenterrar viejas utopías, porque la realidad ha vuelto a hacerlas válidas: unión de los trabajadores de las naciones, una Unión Europea que se preocupe de armonizar el estado de bienestar, control estatal de la banca, etc. Ánimo, que estamos ante una carrera de fondo, y todos sabemos que estas carreras las ganan quienes no pierden la confianza.

Ángel Ruiz Díaz

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